sábado, 22 de mayo de 2010

La batalla de San Quintín

La Batalla de San Quintín fue un enfrentamiento bélico entre las coronas francesa y española, enfrentándose Enrique II de Valois y Felipe II.
La batalla se inició el 10 de agosto de 1557. Los ejércitos que participaron en este conflicto fueron las fuerzas españolas y las tropas francesas.

El Reino de Borgoña fue herencia que Felipe II recibió al dividirse el imperio de Carlos I. Tras la ocupación francesa, Felipe II decidió invadir Francia.
Los primeros enfrentamientos se realizaron en territorio italiano, para entonces estaban en juego los dominios del Milanesado cuya posesión correspondía a los españoles.


El segundo enfrentamiento se llevó a cabo en la frontera entre Flandes y Francia. El Duque de Saboya hizo creer a los franceses que se dirigiría a Guisa, con el fin de pasar por Champagne, lo que fue un error estratégico por parte de Francia, que envió sus fuerzas al sitio equivocado.

Lo que hizo el comandante español fue ir hacia el camino de San Quintín (localidad de Picardie al norte de Francia).

La resistencia que encontraron allí los españoles fue pobre. Cuando el almirante francés quiso parar las fuerzas españolas, el ataque ya había comenzado.

El 2 de agosto los españoles iniciaron la ofensiva; el 3 llegó Francia respaldada por 500 hombres, reforzándose luego con otros 30.000, aproximadamente. Cuando intentaron ingresar en la ciudad situada, las fuerzas españolas los interceptaron haciendo del avance un fracaso.
El 10 de agosto, fecha en la que se recuerda la Batalla de San Quintín, el sobrino del Almirante Coligny, Montmorency, tenía pensado ingresar a la ciudad cruzando el río Somme. Por un error de táctica militar, los españoles les sorprendieron y los vencieron en pleno cruce.
Tras una sangrienta lucha que dejó una baja de 6000 hombres franceses y otros muchos prisioneros, Felipe II mandó a construir el Monasterio de San Lorenzo en El Escorial, en virtud del día conmemorativo del Santo en que fue ganada la batalla.






MONASTERIO DE SAN LORENZO:



Las obras comenzaron en 1563 y finalizaron aunque parezca increible en 1584.
Comenzó la obra Juan Bautista de Toledo, pero al fallecimiento de este en 1567 se hizó cargo de las obras Juan de Herrera que sería el artifice y creador de esta magna obra que incluso llegaría a dar nombre a un estilo propio de arquitectura: el herreriano.
La primera piedra fué colocada el 23 de abril de 1563.
El propio rey Felipe II participaba en la ejecución de las obras, supervisaba los planos y acudía con frecuencia a comprobar el desarrollo de las obras. Sin duda alguna fue una obra personal del monarca.

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